El algoritmo de control HOMSA Flow™, es adaptable a cualquier marca de control existente en las instalaciones. En muchos de los casos, puede implantarse sobre los propios equipos existentes en la instalación, para reducir el impacto económico.
Si el sistema existente dispone de controles específicos de calidad de aire (sondas de CO2, etc.) se estudiará su funcionamiento, dando prioridad al uso continuado y a máximo caudal del sistema (por sistema horario).
Los fines de semana, se aplicarán medidas para mantener el sistema funcionando a bajo caudal, (fomentando los ahorros energético), en esta situación el sistema HOMSA Flow™, hipotecará, en cierta medida, el confort y la eficiencia energética frente a la salubridad mientras sea prioritario evitar contagios.
Este control se enmarca en un contexto de excepcionalidad, en el que se prioriza la seguridad de los usuarios ante el contagio sobre el bienestar térmico y la eficiencia energética.
No obstante, la eficiencia energética debe seguir siendo una medida esencial en materia de energía y clima y se deben aprovechar sus múltiples beneficios en todos aquellos aspectos no afectados por el virus.
Para ello es importante contar con un sistema "auto-adaptable", bajo el cual, de manera automática, sea capaz de determinar las consignas y valores necesarios en cada momento del día.
El parámetro más importante en la ventilación es la renovación de aire por ocupante, por ello, a nivel de mantenimiento, es importante disponer de los indicadores a tiempo real, del estado actual de la instalación.